Después de haber visto la obra de Mon Montoya que el museo
Esteban Vicente (http://www.museoestebanvicente.es/default.asp)
tiene en exposición, he descubierto que no importan sólo las huellas que tu
dejes en la ciudad, también son de gran importancia las huellas que la ciudad
deja en ti.
Esas huellas te acompañan durante toda la vida a partir del momento
en el que pones los pies en una ciudad.
Recapacitando un poco he visto que Segovia sí que ha tenido influencia en mí, en
mi forma de pensar, de actuar pero sobre todo, en mi forma de hablar. Puede
sonar absurdo pero términos como “gocha” ya no saldrán de mi vocabulario.
Y así, igual que Mon Montoya no podía dejar de pintar esas
casas para pájaros que conoció en Saratoga y yo no podré olvidar los rincones
que he conocido en Segovia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario